Todo me pertenecía.
Una esfera allá arriba
Tan parecida al sol
Pero que era solamente mía.
Mi juguete favorito:
Una esfera allá arriba
Que en nada se parecía a la anímica
luna.
Todo me pertenecía.
La distancia que había
Entre mi madre y mi persona
Era, sí, mía,
Pues yo era inmensamente opulento.
Un color de penumbra
Que no era el negro,
Pues el mío era eternamente más bello.
Todo me pertenecía.
Yo tenía
En mis manos
Cada uno
De los regalos que dejó mi padre:
Las hojas de los árboles
El canto de las aves.
La felicidad de los visitantes.
El amor de mis vecinos.
Todo era mío.
Lo que no veía o palpaba,
Lo que no lograba imaginar
Me pertenecía.
La dicha de haber sido feliz
Durante mi niñez
Me queda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario